lunes, 30 de abril de 2007

The Black Mirror


Pues sí, pues sí… Os lo ha explicado él mismo en los comentarios de mi post anterior, pero Pablo nunca ha sido muy aficionadete a las aventuras gráficas, porque cuando se atranca, normalmente pierde la paciencia y se aburre, pero esta era mi oportunidad de engancharle, aunque fuera un poquito, a mi género favorito (en fin, tanto “PC Fútbol” no podía ser bueno, je, je)… Eso como el PC Fútbol (el FIFA-cognazo para los amigos) no se podía instalar en nuestro portátil-Piripitoto (sí, se llama así, es nuestro mejor amigo, muchísimo mejor que un perro, y hace mil veces más de compañía, qué queréis…), pues Pablo, de algún modo, se veía abocado a jugar conmigo... Hombre, también tenía que ser algo entretenido pa los dos… No me hubiera visto jugando a juegos de fútbol tol verano… Aunque lo mismo Arizona lo habría conseguido…

En fin, reconozco que cuando uno se atranca en una aventura gráfica puede perder las ganas de todo… Pero también existen las soluciones en Internet (trampa mortal… Si uno mira la solución, el juego ya no es lo mismo… Hay que intentar resistirse), o si no, hay que dejarlo reposar, macerar… ¡Normalmente se le acaba ocurriendo a uno la idea feliz!

Pero bueno, con el Black Mirror no tuvimos demasiado ese problema. Lo primero que hay que decir del Black Mirror es que NO ha sido en absoluto la mejor aventura gráfica que he jugado en mi vida... Una lástima, porque la verdad es que pintaba bien… No os la voy a destripar, pero la verdad es que el final la fastidiaba por completo... Y es que parece que las aventuras gráficas regulares siempre tienen que tener ese tipo de defectos: llegan a un punto en el que la historia se hace terriblemente inverosímil...

En fin. El Black Mirror arranca cuando Samuel Gordon vuelve al castillo de su familia, el Black Mirror, con motivo de la muerte en extrañas circunstancias de su abuelo, William Gordon. A partir de ese momento, se desencadenarán toda una serie de extraños acontecimientos, a cada cual más sospechoso y oscuro.

La verdad es que hay que decir que engancha, sobre todo por el "¿qué pasará?" y que es un juego bonito de ver (dentro de lo lúgubre y oscuro que es) y bastante fácil de jugar (fue una buena práctica para Pablo), pero como ya os he dicho, el argumento, y sobre todo el desenlace, es de lo más flojo que yo he visto... Además, otro defecto que tiene y que notamos mucho fue la falta de personalidad del pobre Samuel Gordon, un protagonista de aventura gráfica incapaz de darse cuenta de la ironía de su situación (supongo que mi querido George Stobbart, del Broken Sword nos tiene mal acostumbrados)... A fin de cuentas, Samuel acababa por resultar muy sosete…

Y hasta aquí puedo contaros. No voy a desanimaros si tenéis ganas de jugarlo, pero vamos, creo que si no habéis jugado a otras aventuras gráficas, merece más la pena que os iniciéis con juegos más divertidos, como el propio Monkey Island… Y dicho esto, tengo que agradecerle al Black Mirror la de horas de entretenimiento que nos brindó, allí, en nuestro retiro-encierro arizónico.

Además, solíamos comprar una tarta de chocolate (“chocolate cheesecake” para ser exactos) que estaba buenísima en el supermercado, y nos la zampábamos mientras jugábamos al Black Mirror… Y así nos pasamos varias tardes de sábado, bastante entretenidas.

Y como nos pasábamos bastantes horas jugando, pues nos lo ventilamos en poco tiempo... Luego Pablo jugó al Broken Sword I: La leyenda de los templarios, porque yo le convencí… Pero eso ya es otra historia.

sábado, 28 de abril de 2007

El apasionante mundo de las aventuras gráficas

Bueno, bueno, este post es muy importante si queréis entender nuestra rutina diaria en Arizona… Por fin, llegado el 12 de agosto, nos dimos cuenta de que necesitábamos algún tipo de entretenimiento que no supusiera ningún tipo de desplazamiento, y para ello ya estaba yo bien pertrechada de mi coleccioncita personal de aventuras gráficas, muchas de ellas gracias a Pablo, que me ha ido regalando unas y otras (tengo muchas pendientes por jugar).

Bueno, yo seguía hablando del tema como si todos supierais lo que es una aventura gráfica… Pero lo mismo nunca habéis jugado a ninguna… Aquí os pongo el enlace de la Wikipedia en inglés, que es muy completito, pero en pocas palabras, os diré que es un género de los videojuegos que básicamente consiste en ir resolviendo lo que llaman “puzzles” hilados por una línea narrativa, de la mano de uno o varios personajes, en el caso de las aventuras de tercera persona o de uno mismo mirando por los ojos del supuesto personaje, en el caso de las aventuras en primera persona (que a mí, por lo que he visto, no me apasionan especialmente). Además, otra característica relativamente importante de las aventuras gráficas es que prácticamente no existen los momentos de “ahora o nunca” (alguno que otro sí que hay), o los momentos en los que hay que matar hasta al apuntador. La aventura gráfica se basa en la reflexión y la atención al detalle, y el gusto por las buenas historias, ya sean de humor o de misterio… Por todo esto de la reflexión, que por lo visto ya no se lleva, los “entendidos” de los videojuegos (por mí, como si les parte un rayo) lo consideran un género obsoleto (hay que reconocer que vivió mejores momentos que el actual, cuando las “flipadas” visuales no eran lo primero…), y en peligro de extinción (uf, no veáis la perorata que me echó el niñato-entendidillo de turno la última vez fui al FNAC y se me ocurrió preguntarle donde estaba la estantería de aventuras gráficas… Me miró como si YO fuera el bicho en peligro de extinción). Yo, por supuesto, pienso todo lo contrario, las aventuras gráficas son el futuro: ¿A ver qué os creéis que es esa "novela interactiva" que últimamente anuncian tanto por la tele para la Nintendo DS? Pues sí, seguro que es un tipo de aventura gráfica. Que lo llamen de una manera u otra no importa, lo importante es que a los que no nos gusta que nos salpique la sangre, o simplemente el estrés y el ejercicio físico que requieren otros juegos, las aventuras gráficas son geniales ¡y hay muy buen material –también muy malo, todo hay que decirlo-, tanto antiguo-antiquísimo, como nuevo, como atemporal! (con esto, espero haberos convencido lo suficiente… Pronto haré más campaña, no os preocupéis).

A ver, lo mío con las aventuras gráficas es bastante curioso: solamente en ciertas épocas del año me entran muchas ganas de jugar y rejugar a aventuras gráficas. Y la época del año en la que siempre me entran esas ganas es en verano. Supongo que mucho viene a que cuando mi hermano y yo aún estábamos en el cole, la época en la que más jugábamos al ordenador era en verano... Podíamos pasarnos tardes enteras jugando al Príncipe de Persia o al Life and Death II (qué genial era aquel juego… Qué pena que no lo hayan modernizado… Aún así, si sois un poco morbosillos y os gustan las escenas asquerosas de Urgencias o House, os recomiendo que os lo bajéis aquí). Por supuesto, la primera aventura gráfica a la que yo tuve acceso fue el maravilloso Monkey Island, y su hilarante aspirante a pirata Guybush Threepwood y su archienemigo, el pirata Lechuck, del que tanto me acordé cuando todavía estábamos en Arizona… Además, las referencias a las aventuras gráficas están por todas partes ¡a ver qué os creéis! Y si no, ¿de dónde creéis que han salido las famosísimas pelis de Piratas del Caribe? (ya os había comentado). Pues sí, Ron Gilbert, el creador de Monkey Island, fue a Disneylandia, donde los que hayáis estado, sabréis que existe una atracción que se llama exactamente así: “Piratas del Caribe”. De ahí, y de su prodigiosa imaginación, nacería una de las sagas de videojuegos más famosas que existen: las cuatro entregas de Monkey Island. (Los jugones que leáis esto os sorprenderéis de saber que yo sólo he jugado a la primera… Pero chicos, es que las siguientes entregas me superaron, por lo surrealista de sus puzzles). Posteriormente, Disney decidió adaptar su atracción de Disneylandia al cine, y de ahí salió Piratas del Caribe, ¡que si algo tiene de graciosa su primera peli (ya le dedicaré un post a la segunda...) son los chistes sacados de Monkey Island!

Como ya os digo, saliéndome totalmente de mi habitual tema arizónico, después de Monkey Island, por mis manos han pasado muchas otras aventuras gráficas: las adaptaciones de las pelis de Indiana Jones, el escalpelo mellado de Sherlock Holmes, el increíble Día del Tentáculo, etc… Pero sin duda alguna, mi aventura gráfica favorita es la saga Broken_Sword, Es mi juego favorito sin pensármelo dos veces, lo he jugado mil veces y aún lo jugaré otras mil más, y pronto, no os preocupéis, le dedicaré otro post enterito, pero ahora no es el momento. Por supuesto, después he jugado a otras, como el Syberia, el Runaway, etc., y aún quedan muchas otras en el cajón, para futuros veranos: el The Longest Journey, el Siberia II, el Broken Sword IV (a ver cuándo cae la tarjeta gráfica que nos permita jugarlo…), etc.

Pero bueno, a todo esto, lo que yo andaba contándoos era que nos animamos a arrancar el Black Mirror.

(Bueno, las capturas de pantalla que he "sustraido" de diferentes páginas web dedicadas a las aventuras gráficas son las siguientes: 1) Carátula del Día del Tentáculo, 2) Carátula de la primera entrega de Monkey Island, The secret of Monkey Island, 3) Captura de pantalla de una de las primeras pantallas del primer Broken Sword, La leyenda de los templarios, 4) Captura de pantalla del primera Príncipe de Persia (que es el intruso, porque no es una aventura gráfica), 5) Bernard, Hoagie y Laverne, los tres estrambóticos protagonistas del Día del Tentáculo, 6) Brian y Gina, los protagonistas del Runaway -a mí, personalmente, ella me parece un poco tontita... Típica protagonista de videojuego mononeuronal y tetuda... Una pena, 7) Captura de pantalla de Los archivos secretos de Sherlock Holmes, el escalpelo mellado, 8) Kate Walker, la abogada americana protagonista de las dos entregas de Syberia y, por último, 9) la versión moderna de mi querido George Stobbart, protagonista indiscutible del Broken Sword (en este caso, el de la tercera entrega, el Sueño del dragón).)

miércoles, 25 de abril de 2007

Para los siguientes días, tenía apuntado...

Dia 23: 10 de agosto (jueves):

  • Mañana de Messenger (con Ana y su webcam, con Gon)

[Mi hermana y mi hermano estaban conectados, respectivamente, en Daimuz (en un cybercafé, con una webcam) y en Madrid]

  • Comida en la uni (pasta y nuggets de pollo)

[No os creáis, la pasta y los nuggets los hacíamos nosotros, nos habíamos comprado unos tappers en el chino]

  • Tarde de compra

[Como siempre, a pasarnos la tarde en el supermercado]

Día 24: 11 de agosto (viernes):

  • Día de encierro y paseo nocturno en bicicleta a correos.

[No me acuerdo muy bien de aquel paseo, pero vamos, lo de “nocturno” se refiere a “después de las siete, cuando ya había anochecido”… También estuve dándome una vuelta por la librería, Borders... Eso y os lo contaré otro día]

Día 25: 12 de agosto (sábado):

  • Día de encierro y curro
  • Helado de choco/paseo hasta gasolinera
[Que merece el siguiente post aparte...]

domingo, 15 de abril de 2007

¡¡2000 visitas!!


Pues mira que estoy ocupá (estoy metida en una macro-traducción), pero era necesario colocar este post, ¡pa celebrar vuestras 2000 visitas en este blog, que empezó ya hace muchos meses, allá en la estepa arizónica!

Que sepáis que me hace muchísima ilusión que muchos de vosotros sigáis pasando por aquí (tampoco os pido que me leáis todo, todo, todito, que ya sé que muchos de vosotros luego os sentís culpables… Jopé, tampoco es eso, con que paséis me vale…).

Y os preguntaréis, seguramente, quién ha sido la afortunada 2000 visita (afortunada por visitar, porque, lo siento, no voy daros más premio que el leerme…)… ¡Pues ha sido Sabine! Sí, sí, Sabine, ¡has sido tú! Bueno, lo sé porque ella es prácticamente la única que me visita desde Bruselas, donde enseña alemán en el ISTI (Institut de Traducteurs et Interprètes de Bruselas), toca el clarinete en el conservatorio flamenco (de neerlandés, no de flamenco musical, a ver qué os vais a creer) y ¡puede disfrutar de esos ricos chocolates belgas!

Os pongo una foto de cuando vino a visitarme el año pasado a Madrid (justo dos meses antes de que nos fuéramos a Arizona), para que todos la conozcáis (has sido mi 2000 visita, Sabine, ¡todos tienen que conocerte! Aunque como me haya equivocado, y no seas tú la visita de Bruselas, ¡menuda metedura de pata!).

Pues hala, ya no pondré más posts en unos días, que tengo un buen follón pendiente… Pero mientras tanto… ¡¡¡¡Os animo a dejarme comentarios!!!! ¡Que me hace mucha ilu!

Tardes de cine: Monster House

Otro de nuestros entretenimientos habituales era, por supuesto, ir al cine… No habíamos vuelto desde que fuimos a ver Superman, así que una de esas tardes, montamos por primera vez a nuestras bicis en el autobús para dirigirnos al Arizona Mills Mall, porque queríamos ir a ver una de las pelis de animación que habíamos visto anunciadas, Monster House.

Probablemente, si la hubieran seguido poniendo en el cine del Downtown, habríamos ido allí, pero ya había pasado un tiempo desde que la estrenaron. Yo tenía muchas ganas de verla y por eso empalmamos hasta allí otra vez ¡esta vez en autobús!


Antes de ver la peli (no llegamos a la sesión de por la tarde, así que preferimos esperar una hora hasta la siguiente sesión, que era a las ocho...) nos dimos un garbeíllo por el Arizona Mills Mall. El calor de nuestro primer día no había distorsionado nuestra opinión: aquello era un puto centro comercial de aburridas tiendas de ocasión… Por suerte, como ese día estábamos más frescos (y a la vez, más preparados para el frío interior del aire acondicionado…), nos dimos un paseíllo.

Pablo se compró una mochila, porque la que se había comprado justo antes de irnos de Madrid en Coronel Tapioca se le había empezado a romper (y por supuesto, era imprescindible tener mochilas resistentes...) y yo me compré unas sandalias preciosas y baratísimas (sólo me costaron 4 dólares)… La verdad es que me habría comprado toda la tienda (ya hablamos de mi obsesión por los zapatos en otro post de Ruth)…

Luego nos sentamos en la zona de comidas, y nos dio por comernos una porción de pizza en el Sbarros (decidimos seguir la sugerencia de César y comernos una de pepperoni, que estaba muy buena…) y luego ya, entramos en el cine.

La peli era muy cortita, y la historia muy sencillita, pero nos gustó mucho la animación 3D, que ha evolucionado mucho desde sus principios...

Con la peli, también nos comimos un bolsazo de palomitas, aunque esto también nos proporcionó nuestras sorpresas: ¡¡No os podéis imaginar la de guarrerías que les echan los yanquis a las palomitas!! Eso sí: era muy baratas... No me acuerdo bien de cuánto costaban, pero si comprabas cualquiera de los dos tamaños más grandes, te dejaban hacer un refill (te lo llenaban de nuevo). Luego podías echarles desde ketchup y mostaza, hasta queso en polvo, pasando por sal (porque curiosamente, te las daban sosísimas…). Cuando fui a pedirle el refill, al acabar la película, la tipa me preguntó que si “con mantequilla"... Yo pensé que se refería a que si las quería hechas con mantequilla, o con alguna otra cosa… Así que le dije que sí, que con mantequilla… No os podéis imaginar lo que hizo: rellenó la bolsa de palomitas, la puso debajo de un grifo, que abrió, ¡¡¡¡y de él salió un chorro de mantequilla fundida con la cual pringó mis palomitas profusamente!!!! Yo lo probé y, en principio, no me disgustó tanto como podría… Pablo lo olió y le resultó asqueroso... En lugar de hacerle caso y tirarlas, me las guardé en la mochila, por ver si luego resultaban más apetecibles... ¡¡Y cuando la abrí en casa, el olor era nauseabundo!! En fin... A partir de entonces, me preocupaba por decirles NOOOOOOO, cuando me preguntaban lo de la maldita butter...

De vuelta a casa cogimos de nuevo el autobús, pero uno que nos dejaba mucho más cerquita de casa que del campus: sólo teníamos que recorrer una calle para llegar, y aunque ya eran las diez y era noche cerrada, no pasamos miedo.

(Fotos: 1) Cartel de Monster House... Mmm, no sé de dónde lo saqué, 2) Los dos protas de la peli (falta la niña pelirroja) de www.migueldaza.com, 3) Una porción de pizza de pepperoni de Sbarro's... Tampoco me acuerdo de donde lo saqué, pero vamos, no es mía, 4) Aquí podéis ver un ejemplo de los precios de las palomitas, de www.pizzapucks.com...En nuestros cines el refill se aplicaba a los dos tamaños superiores y no eran cubos, sino bolsas...)

sábado, 14 de abril de 2007

The housekeeping service

Otra de nuestras constantes en la rutina arizónica era el servicio de habitaciones, que por suerte, no era diario, sino semanal. La verdad es que a lo mejor os sorprende, pero no sé si hubiera preferido tener acceso a los útiles de limpieza y haberla hecho nosotros mismos, porque, si bien es verdad que las mujeres de la limpieza dejaban todo como los chorros del oro, el día que venían era todo un agobio, porque había que dejarlo todo listo para que pudieran limpiar a gusto...

Del servicio de habitaciones, se decía en las instrucciones del hotel:

One Full Housekeeping Service is provided for guests staying seven or more nights. Full Service includes dusting, vacuuming, changing linens and towels, emptying trash, cleaning of bathroom and kitchen, replenishing soap and toilet paper if needed and is performed once every seven days. Additional Full Service cleanings can be purchased at $10.00 per service.

Towel exchange is available at the Front Desk for guests staying one to six nights.

All guests can also purchase a Refresh Service at $5.00 per service. The Refresh Service includes replacing soiled towels, emptying trash, replenishing soap and toilet paper if needed, and making bed with existing linens.

Dishes are not washed during either service. Please contact the hotel directly for additional information regarding our housekeeping services.

Se pedía que no se dejaran trastos por en medio cuando viniera el servicio, así que todos los lunes nos poníamos las pilas y lo dejábamos todo recogido (la ropa toda guardadita, los platos dentro del lavaplatos, etc… Sí, es que normalmente no solemos ser muy ordenados…) porque el martes por la mañana se pasaban por allí, y había que desaparecer mientras ellas venían...

La lástima es que las del servicio de limpieza de este hotel no eran tan majas como las del Best Western… Más bien todo lo contrario: eran más bordes que bordes… Y por supuesto, no hace falta que lo preguntéis: estas también todas eran mejicanas, como las del Best Western, salvo una mujer mayor que era muy intrigante y que debía de ser india, por el aspecto… Pero en general, solían hacerse las suecas cuando se les hablaba, tanto si se hacía en inglés como en español (ya os digo yo, que lo de hacerse el sueco en este país es muy útil)…

Por lo demás, descubrí que nosotros éramos de lo más formalitos, porque las pobres, eran la mar de antipáticas, pero también es verdad que tenían que limpiar mucha mierda de los cuartos de nuestros vecinos, que no eran tan considerados como nosotros y, además de dejarlo todo tirao, muchos de ellos vivían como los gitanos: hacinaos cuatro o cinco en un cuarto como el nuestro (lo sé porque mientras limpiaban, dejaban la puerta de las habitaciones abiertas y se veía todo)... Poco después descubriríamos el tipo de gente que nos rodeaba en las otras habitaciones (muchos de ellos eran peligros públicos, de verdad…).

(Foto de JayLo de chacha (la Yenni, pa las amigas) de la surrealista (por no decir estúpida) película Maid in Mannhattan... Bueno, sí, de chacha, pero ahí va la tía y se enrrolla con Ralph Fiennes... No comments)

sábado, 7 de abril de 2007

Tarde de supermercado y de fanáticos yanquis

¡Ya casi os he comentado o insinuado casi todo! (no me quejaré, que Pablo si no, me acusa de que siempre me estoy disculpando) En fin, ya os he contado a grandes rasgos como era nuestra rutina diaria: Pablo se marchaba por las mañanas al labo, y yo me reunía con él en el campus a mediodía. Luego, por las tardes, si tenía trabajo que hacer me llevaba el ordenador conmigo, o bien me iba un ratejo a la sala de ordenadores (sí, a aquella en la que vimos a un doble de César…), hasta que Pablo salía. Luego, muchos días bajábamos hasta los supermercados (el Safeway quedaba más cerca, el Fry’s un poco más lejos) y después, de vuelta a casita con la compra.

Uno de esos días que bajamos al Fry's (recuerdo que fue el día en el que por fin conseguimos hacernos la tarjeta de fidelidad del supermercado -cosa que, no os vayáis a creer, marcaba una grandísima diferencia: los precios se reducían con ella así como un 20%, incluso a veces más), cuando ya por fin estábamos cargando la compra en nuestras bicicletas, se nos acercó OTRO de esos fanáticos (y digo otro, porque no me hace falta jugarme la mano para saber que hay MUCHOS OTROS como él).

Pensábamos que no había nada peor que los americanos estúpidos e ignorantes, pero sí lo hay: los americanos estúpidos e ignorantes que ven documentales en la Fox y en la CNN y por eso se creen los seres más inteligentes del planeta.

En fin, chicos, pues nos tocó el gordo (tanto literal como metafóricamente)… El repartidor del correo, creo que era, el caso es que el tipo tenía ganas de pegar la hebra, y vio su oportunidad en cuanto nos oyó “hablar en raro”… ¡Con lo fácil que hubiera sido hacerse los suecos y punto! Pero claro, yo aún pensaba que no mentir con eso de que entiendes el idioma era de buena educación. Un consejo: ante situaciones así, no lo dudéis: sois checos y no entendéis ni pijo... Además, ¡la educación es para los educados!

Y claro, como no es que tardáramos precisamente poco en cargar la cesta de mi bici y nuestras sendas mochilas, y el tío erre que erre… La verdad es que no me acuerdo muy bien de toda la sarta de gilipolleces que llegó a decir, pero sé que nos entró muy, pero que muy maleducadamente preguntando de "qué parte de Europa éramos", ya haciéndose el listillo (joder, no era muy difícil adivinar que de esas latitudes, precisamente, no éramos…)... Bah, lo típico, pensamos, y cuando le dijimos que de España, según me recuerda Pablo, el pavo empezó a decirnos que, por si no lo sabíamos, los conquistadores españoles habían descubierto México y el sur de EEUU, con Cristóbal Colón y todo eso... ¿¿Qué cara se supone que tiene que poner uno cuando un yanqui de la estepa te informa de tal descubrimiento??

Vaya, al principio le contesté, pero juro que cuando vi por dónde iban los tiros, intenté quitármelo de encima (¡vaya que si lo hice!), "oiga, que no le entiendo", pero nada, el tío, erre que erre, que por si no nos habíamos enterado, un grupo de egipcios habían entrado en el país y estaban en busca y captura, y que lo mismo estaban, en ese momento, poniendo una bomba en la central nuclear más cercana... (luego nos enteramos de que eran un grupo de estudiantes que la administración había perdido sus papeles, mientras ellos estaban tranquilamente en Berkeley, empezando su estancia, y ajenos a que les estaban buscando por terroristas...)... Y yo, que como ya os digo, iba de educada, le contesté algo del estilo de "Mire, mejor no pensar en la posibilidad de que vayan a poner una bomba..." ¡Uf! ¡Eso sí que le cabreó! Tras mi respuesta, empezó a decirnos que vaya, que es que a los europeos nos daba a todos igual, que claro, que los españoles nos deberíamos sentir avergonzados por lo que había hecho nuestro gobierno de retirar las tropas de Irak (pues eso, lo que yo os digo, un enteraíllo)… Que claro, que eran ellos, los americanos, los que siempre nos tenían que salvar el culo… Claro, no os vayáis a creer, esto en un “yanqui farfullao", que sólo se le entendían las intenciones…

En fin, mientras Pablo seguía cargando nuestras cosas en las bicis, el tío dale que dale… Hasta que al final, por fin decidió acabar su perorata, diciéndonos algo así como que “que ya nos podía dar vergüenza, porque qué se podía esperar de un país cuyo gobierno era comunista” (os prometo que dijo eso… Mira que le he dado vueltas, pero no logro entenderlo… Lo mismo lo extrajo de algún discurso de Aznar retransmitido por la Fox… O que para los yanquis enteraíllos, todo lo que suene a “socialista” es más rojo que el tomate…)… Por fin, con aquella lapidaria frasecita, cogió su furgoneta de reparto y se piró (menos mal que se limitó sólo a eso, y no sacó la escopeta recortada de la parte trasera del coche… Aunque si hubiéramos tenido pinta de egipcios, no sé yo…).

Luego llegamos a la conclusión de que, aunque supongo que yo le provoqué porque le contesté a sus primeras preguntas impertinentes, habíamos salido bastante bien de aquello, porque no creo que a ese energúmeno le hubiera hecho falta mucho para tomarse la justicia por su mano (¿sobre qué? Ni puta idea. Lo mismo se pensaba que estábamos ofendiendo a su excelsa patria comprando en su supermercado), o para denunciarnos a la poli por "alta traición" o por "sucios europeos" (qué términos más peliculeros, ¿no?)... Mmmm... Qué sé yo.

Luego habrá urbanitas neoyorquinos que se avergüencen de su Far, Far West… Ejem, ¡¡¡¡¡pero es que tienen razones de peso para avergonzarse!!!!! (chicos, cada uno aguanta sus sanbenitos… Nosotros también tenemos por aquí a cada uno…). Por supuesto, después de esta instructiva experiencia, sí decidimos pasar por europeos: ¡pero haciéndonos los suecos! Y aunque no conseguimos quitarnos de encima a los pesaos, por lo menos el método de no sentirnos obligados a contestar todas sus impertinencias nos hacía la vida ligeramente más fácil...

(Aprovecho aquí también para colocaros las dos capturas del Google Earth de nuestros supermercados: la primera es de nuestro Safeway y la segunda, de nuestro Fry's -precisamente podéis ver el aparcamiento donde nos pilló por banda el cafre...-).

miércoles, 4 de abril de 2007

Los efectos prácticos

Como ya os hemos comentado tanto Pablo como yo, definitivamente no tuvimos éxito a la hora de hacernos a las costumbres prácticas de los americanos (la verdad es que no voy a entrar a analizar si fue culpa nuestra o culpa de que esas costumbres eran excesivamente restrictivas... ¡Y poco europeas, por añadidura!).

Ya hemos quedado en que lo que hubiera sido imprescindible para aclimatarnos hubiera sido un buen cañonero (no lo voy a repetir más, que luego me dicen que me repito más que el ajo), pero no sólo la cosa nos fallaba en el movimiento, también en cosas más triviales, como a la hora de lavar la ropa…

A ver, no os creáis que estuvimos sin lavar la ropa tres meses ¡hombre, no! Pero el método yanqui lavadora-secadora, no molaba nada de nada, porque en nuestro hotel teníamos una pequeña on-site guest laundry, con máquinas muy parecidas a las de la foto, que funcionaban con monedas de un cuarto de dólar (bueno, había que añadirles algo más si querías el lavado extra-super-chachi). Si ya los meneos que le metían a la ropa estas máquinas eran bastante dañinos, no queráis saber lo que hacían esas inútiles secadoras destartaladas… Al final, después de algunos vanos intentos (y que se cargaran una camiseta preciosa que me compré en Madrid justo antes de irnos), desistimos del uso de esos inventos del diablo…

Claro, como todas las ventanas estaban selladas con mosquiteras (y fijo que hubieran llamado a los federales si se nos hubiera ocurrido colgar nuestra ropa interior de nuestras ventanas...), no nos quedaba más remedio que idear otros métodos... ¡Como colgarla por todo el baño o delante del aire acondicionado! (tardaba horas en secarse, porque el aire salía muy frío).

(Fotos: 1) La foto de las secadoras es de www.shannonhemmett.com/images/laundry.jpg y 2)¡¡¡Esta otra foto es de nuestra propia colada!!! Y de un día que me dediqué a hacer fotos raras…)

martes, 3 de abril de 2007

Lo del horario II

Recuerdo que el primer día me lo pasé intentando entender los horarios de la tele. Había oído que en una de las ochocientas cadenas iban a reponer Mujeres desesperadas desde el principio, y aunque yo el principio sí que lo había visto en España, había perdido el hilo rápidamente, y no es una serie en la que uno se pueda perder un capítulo... Cuando encendí la tele a la hora que decían los anuncios, me encontré una larga sucesión de anuncios de la teletienda. Por fin, acabé por comprender que el horario de la tele, como el de lo demás, es una locura, porque está supeditado al horario de la costa este (curiosamente en el Best Western sí pillábamos el horario normal... En este no tuvimos tanta suerte).

Ya sabéis que en EEUU (y si no lo sabéis os lo digo yo) hay cuatro tipos de usos horarios diferentes inamovibles, porque no cambian dependiendo de si es invierno o verano (por mucho que nos quejemos de esos cambios aquí, ¡no sabéis lo útiles y prácticos que son!). Los usos horarios son Eastern Time, que corresponde al horario de Nueva York y toda la costa este, Central Time, que es el horario de las ciudades del centro, hacia el este, de la zona de Louisiana y, por ejemplo, Texas. El tercero es Mountain Time, que era nuestro horario en Phoenix y el horario de Utah (ya ves tú, a quién le iba a importar lo que viéramos nosotros y los mormones) y, por último, el Pacific Time, que es el horario a partir de Las Vegas en Nevada y hasta la costa californiana.

El problema de la tele es que todas las cosas que ponían eran para los dos primeros horarios, por lo que, por ejemplo, Friends, que efectivamente, allí también lo reponen una y otra vez, todos los días varios capítulos, igualito que en Cuatro (¿por qué será que aún así, nadie ha visto absolutamente todos los capítulos? -No vale decir que tenéis las 8 temporadas en DVD... Yo me refiero a haberlos visto en la tele), pero claro, allí empezaba a las 7 de la tarde, y en Arizona empezaba a las 5, que es una hora rara, porque es casi la hora a la que acaba aquí…

Bueno, tampoco es que esto fuera un problema, porque las pelis solían repetirlas consecutivamente y varias veces durante un mes, tipo canal plus, o sea que siempre se pillaban, normalmente empezadas, por lo que siempre había que andar buscando el principio...

Y además, había dos joyas en la televisión, aparte de South Park, cuya cadena dejamos de sintonizar hacia el final de nuestra estancia, lo cual fue una pena terrible (¡con el alivio que nos daban los chistes bestias de South Park!). Esas dos joyas que nos salvaron de la locura arizónica eran el Too funny to sleep de la TBS y muy especialmente el canal nocturno Adult Swim, de los que, por supuesto, os hablaré en el futuro.